22/01/2010
Mutaciones y el escape de la inmunidad
Si el sarampión es causado por un virus y sólo se tiene una sola vez en la vida, ¿por qué todos los años podemos tener gripe?
Cuando tenemos gripe, en pocos días el cuerpo parece librarse del virus. Raramente los síntomas llegan a durar dos semanas y, un período mayor acostumbra indicar complicaciones causadas por otros microorganismos. Este período corto de la gripe se debe a nuestra respuesta inmune.
Según el virus se replica en el cuerpo de las personas infectadas, el sistema inmune captura varios pedazos de proteínas virales, los llamados antígenos, y produce anticuerpos contra ellas. Hay también otros tipos de repuesta inmune, pero no causan inmunidad de largo plazo, de manera que no viene al caso. Los dos mayores objetivos virales de los anticuerpos son la Hemaglutinina y la Neuraminidasa, ya que son las proteínas más expuestas del virus. Cuando los anticuerpos se asocian a ellas, además de señalizar a los macrófagos y otros tipos de células de defensa que aquel cuerpo extraño (el virus) tiene que ser atacado, aún pueden impedir el funcionamiento del virus. Un anticuerpo que ataque la región de reconocimiento del receptor de la Hemaglutinina impide que ella se asocie a las células. Son los llamados anticuerpos neutralizantes.
Gracias a esta respuesta inmune, en algunos días aquella Influenza no puede más infectarnos. Pero, ¿cómo el virus vuelve a reincidir?
Como vimos anteriormente, al replicar su genoma, la polimerasa de la Influenza provoca una serie de mutaciones. Estas mutaciones cambian la composición de las proteínas virales. Cuando son cambiados los aminoácidos – componentes de las proteínas – de la región en que el anticuerpo se asocia, o antígeno, él puede perder la afinidad. Así, a la medida que el virus infecta nuevos hospederos, se acumulan pequeños cambios que al final habrán cambiado sus antígenos. Este proceso es llamado de variación antigénica gradual o antigenic drift.
Muchas veces estos cambios no necesitan ser bruscos para hacer efecto. Cambios en locales importantes para el reconocimiento por el anticuerpo de apenas un aminoácido pueden ser suficientes. Esto fue propuesto por uno de los trabajos más importantes sobre la inmunología de la Influenza ya hechos, que cambió la forma como estudiamos el virus.
Utilizando una idea propuesta en 2001, al contrario de observar apenas la diferencia genética entre las muestras del H3N2 causador de la gripe humana de años diferentes, los autores resolvieron tomar en cuenta la respuesta inmune contra ellos. Con esto, son construidos mapas que apuntan lo cuan bien el sistema inmune reconoce aquel virus. La proteína utilizada en el estudio fue la Hemaglutinina (HA), pues es contra ella que los anticuerpos más eficientes son producidos, motivo por la cual ella es usada en la vacuna anual.
Al contrario de un continuo cambio, el mapa mostró que los virus son propensos a aglutinarse en grupos. Cambios en la secuencia muchas veces extensas pueden no representar una diferencia en el reconocimiento por los anticuerpos. Al paso que, en algunas ocasiones, cambios pequeños en HA son suficientes para una gran distancia antigénica. Es decir, con pocas mutaciones algunas Hemaglutininas pueden ser bien menos reconocidas por los anticuerpos.
También es posible ver el cambio de respuesta inmune en relación al ciclo anual. Los grupos permanecen dominantes en un promedio de 3 años, y el virus que está en este grupo acostumbra aparecer cerca de 2 años antes y circular por más 2 años después de la dominancia del grupo.
Con base en estos resultados, las vacunas anuales pasaron a ser pensadas de otra forma. Actualmente, la observación de la respuesta inmune al virus de la vacuna estacional y al virus circulante, además de la diferencia genética entre ellos, es un factor importantísimo en el proceso de producción. Los grupos de investigación que siguen la Influenza y determinan las cepas que harán parte de la vacuna necesitan estar especialmente atentos a esto, pues el cambio de un grupo antigénico de la Hemaglutinina de un virus después que él ya esté siendo cultivado en huevos puede significar en una falla en la inmunización a la población.
Fuente:
Smith, D. (2004). Mapping the Antigenic and Genetic Evolution of Influenza Virus Science, 305 (5682), 371-376 DOI: 10.1126/science.1097211
3 Comentarios » Postado en: Vacuna, inmunidad, lucha contra la gripe
Quiero felicitar a las personas que administran este blog. Soy una maestra de infectología aquí en México DF y encuentro que su blog maneja un muy buen nivel de contenido. Es raro encontrar esto. Felicitaciones.
Sr Administrador del Blog Realmente muy importante lo publicado, en especial a quienes buscamos en la respuesta inmune los efectos adversos producidos por la vacuna influenza A N1H1 de los que he observado de banales a potencialmente graves, claro que los que vienen a consulta son los que tienen problemas el resto no, pero son bastante numerosos los efectos que observo y otros colegas también. gracias por el enfoque es muy preciado para mí
juan carlos mazzera médico pediatra y alergólogo
Es u placer ver tanto conocimiento quisiera saver si el oseltamivir no funciona contra la nueva mutacion que otro antiviral.Y si la vacuna trivalente que uno se aplico deja alguna inmunidad contra la nueva mutacion.