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Fases de alerta pandémico de OMS.Fuente [pdf].

Qué es una pandemia

El Comité de Emergencia de la OMS ha declarado día 10 de agosto que salimos de la fase pandémica del H1N1. En traducción libre de la declaración, “El mundo no más está en el nivel 6 del alerta pandémico. Estamos ahora en el período postpandémico. El nuevo H1N1 ya ha recorrido buena parte de su camino”. Pero, ¿qué quiere decir eso?

La OMS clasifica la severidad de una enfermedad emergente en 6 fases de alerta mundial. Como la mayor parte de las enfermedades emergentes es de zoonosis, los niveles de alerta se basan en cuanto el patógeno está circulando entre humanos después de la transmisión. Entre las fases 1 y 3, la enfermedad está circulando principalmente entre animales (solamente en animales en la fase 1), entre animales domésticos y algunos humanos en la fase 2, y también se transmite a personas con frecuencia en la fase 3. La clasificación varía según la frecuencia con que salta a humanos. La mayor parte de las enfermedades en potencial se encuentra en esta fase, como la fiebre amarilla que, a pesar de contaminar personas en regiones de selva, está restricta principalmente al ciclo silvestre, animales.

La fase 4 describe una enfermedad que ya ha saltado de otros animales para humanos y circula sin la necesidad de los primeros. Es lo que pasa mientras el verano con el dengue, que, en diversas ciudades de clima tropical causa irrupciones localizadas mientras el período de lluvias.

Ya las fases 5 y 6 describen una epidemia que se esparce más allá que localmente; mientras que en la fase 5 ocurre transmisión extensa, pero principalmente restricta al mismo local, y en la fase 6 la transmisión es mundial y la pandemia está en pleno desarrollo. Estos niveles de alerta guían el monitoreo y precauciones que los países deben tomar. Durante la fase 5 o 6 de alerta, se aconseja el monitoreo de fronteras y puntos de circulación intensa, así como el estoque de medicinas y vacunas.

Nuestra condición actual

Cuando la fase 6 se acaba, pues grande parte de las personas ya fue infectada o vacunada, la enfermedad todavía circula, pero sin tanta severidad. En el caso de la gripe, irrupciones fuera de estación cesan y, como ya ha sido el caso en otras pandemias, el virus empieza a circular anualmente en el lugar de o paralelamente a variantes estacionales.

Es en este nivel que la OMS considera que hemos entrado. Según ellos, en muchos locales las personas ya han desarrollado inmunidad, además de la buena cobertura de la vacunación. De la declaración, “Irrupciones fuera de estación ya no son más vistos. [...]Mientras la pandemia, el virus H1N1 se ha sobrepuesto a los otros influenzas para volverse en el virus dominante. Este no es más el caso. Muchos países están registrando una mezcla de variantes de influenza, nuevamente como es propio de epidemias estacionales.

Cabe resaltar que eso no quiere decir que el H1N1 ha desaparecido. Él todavía continúa circulando y probablemente entrará en el ciclo estacional común a las otras variantes, además de haber vuelto para los puercos y seguir reordenándose. El propio comité resalta “[...] esto no quiere decir que el virus H1N1 se fue. Embasados en la experiencia de pandemias anteriores, nosotros esperamos que el virus H1N1 asuma el comportamiento del virus influenza estacional y siga circulando por los próximos años.

El virus que no fue cruel

Todavía en la declaración del Comité, una frase llama la atención: “Nosotros fuimos ayudados por pura suerte. El virus no ha cambiado para una forma más letal mientras la pandemia. Y la amplia resistencia al Oseltamivir no se desarrolló.” De hecho, y por suerte, como ha sido dicho, no hubo una pandemia importante en 2009. Los números de enfermos y muertos han quedado abajo de las expectativas, y en parte eso se puede atribuir a la inmunidad previa de los ancianos, que ha reducido mucho la mortalidad entre esta población de riesgo.

La severidad de esta pandemia ya ha sido puesta en cuestión antes, principalmente porque el criterio de fases adoptado hasta entonces no considera la severidad de la enfermedad que está se esparciendo. Hasta la gripe estacional podría se clasificar como una pandemia mientras el invierno del hemisferio norte, no fuera por la falta de prevalencia de una variante principal.

Críticas a la entrada del alerta mundial en fase 6 ya han sido hechas en junio, en el British Medical Journal. Según las críticas, algunos involucrados en el panel que tomó la decisión de aumentar el nivel de alerta pandémico a la fase 6 tendrían conflictos de interés importantes, ya que recibían financiamiento de fabricantes de vacunas. Los mismos fabricantes que firmaron contractos para la producción de las millones de dosis de vacunas distribuidas mundialmente. La idea es que tendrían subido el nivel de alerta innecesariamente y beneficiado a las empresas.

No se puede dejar de lado que, durante el surgimiento de una pandemia, hay realmente poco tiempo para la toma de decisiones. Y casi siempre las consecuencias del exceso de cuidado son bien menores de que su falta. Es necesario balancear el alerta criado en torno a una pandemia. Al mismo tiempo que se necesita una preparación previa y agilidad para contener la irrupción y amenizarlo, también es esencial la colaboración de la población para que eso sea posible. Sin el correcto esclarecimiento de la situación, y la comprensión de la necesidad de las medidas que se toman, crecen los problemas como los rumores sobre la vacuna contra el H1N1 ser innecesaria o mismo perjudicial.